Cuando los maestros de la UAQ te temían al estudiante, Ricardo Anaya
Ricardo Anaya Cortés comenzó su carrera política acompañada de Antonio Rangel y José Luis Báez, sobre todo del primero, quien estudió Derecho en la UAQ a la sombra del ex candidato presidencial. Anaya siendo el brillante joven hizo y deshizo a sus profesores quienes vieron en él un joven potencial.
Dicen los que saben que Anaya fue el mejor promedio de su generación, que los docentes le tenían respeto, incluso miedo, pues en diversas ocasiones los dejó sin argumentos. La tesis del queretano, asombrosamente fue sobre el graffiti, cosa muy común de su generación allá por el inicio de los años dos miles.
Ricardo Anaya fue un joven reservado durante su paso por la universidad, aunque era conocido por sus compañeros gracias su brillante mente; ya desde la UAQ le conocían por ser un ‘francotirador’ que derrumbaba a las cabezas más pensantes de su generación y las de otras, como sus docentes.
Dicen algunos viejos políticos «de dos a tres patadas y en tiempo record, brincó a la política local, y luego a la nacional hasta llegar a la grande» (candidato a Presidencia). La Facultad de Derecho no ha visto pasar una mente que se acerque a la de Anaya. Testigo de la inteligencia de Anaya es su mejor amigo, Toño Rangel que desde que lo conoció no se despegó de él y gracias a ello ha logrado de todo hasta hoy ser notario y diputado federal. Toño Rangel y Pepe Báez son el club de amigos cercanos, muy cercanos y de los únicos queretanos que entran a la casa de Anaya Cortés.